XIX
La felicidad de tenerte
está en proporción con el ángulo
de una escalera blanca en un pueblo griego.
La felicidad de tenerte
conjuga saber y no saber
tu nombre,
seas quien seas.
La felicidad de tenerte crece
con la nostalgia de la foto que
nos hizo un extraño y mi forma de mirarla.
La felicidad de tenerte vive en
aquel paisaje,
en la añoranza por haberte amado anoche;
en saber que eras mía hace un instante...
En el ansia de no saber
si aún te tengo.
Ese no saber si aun se la tiene, es lo que marca la constante del sentir.
ResponderEliminarPreciosa poesía!
Un saludo, amigo