sábado, 26 de noviembre de 2011

Angela de mi mano

Con la esperanza de respirar en tu interior, de aromar el lado en sombra de tu voz, de pasear sin más de tu mano... De recoger tu rostro en mi palma:





III




La hierba se me enreda en los pies
y el olor a mar
y la tierra esmeralda, atlántica,
y el gris tormenta.

Tengo frío
y no te veo.

No tengo fuerzas para volver,
ya oigo el mar
y aún no te tengo.

Ya baten las muelas del acantilado
entre espuma furiosa.

Y me esperan, saben que voy
y aún no te veo.

¿ Dónde estás?

No me salves,
ya no es posible,
no puedo dejar de avanzar, de rodar,
de caer.

Tan sólo, bésame antes.

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