miércoles, 27 de febrero de 2013

De pronto la distancia


De pronto la distancia
y de nuevo oscuridad y escaleras a ninguna parte,
torres huecas que no saben silbar
y el vino como único consuelo.
Dices que el mar te aconseja y no te creo,
el mar siempre avanza,
siempre se acerca,
el mar ama la proximidad,
siempre envuelve y lame los cuerpos,
los perfiles más abruptos se vuelven arena ante su abrazo continuo.
No me digas que el mar te aconseja distancia,
Eso no.
Dime si quieres que te has asomado a la orilla,
esa que te pasea los pies cuando necesita que le hables en silencio,
dime que te has acercado a la rompiente
y has creído cambiar el curso de las olas
con tus manos, que las has empujado
y han abandonado su rítmico vaivén sobre la orilla,
dime eso y te creeré antes que si me dices que
has logrado darle la vuelta al amor.

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