jueves, 27 de marzo de 2014

Angela Berbegal

Hoy he escrito un corto poema sobre las alas del Angel, mientras dormía. En realidad se lo he silabeado muy despacio y en susurros al viento, que es la naturaleza de la que está engendrado.

Mi Ángel es una mujer. Y quiero hacer énfasis sobre esto, para que nadie se llame a engaño, quizá algunos hayan descubierto ángeles sin sexo. No es el caso del mío. No me atrevo a negar que existan esos seres tan extraños, que no gozan ni permiten ser gozados, yo, la verdad, no los he visto, o quizá no los haya sabido reconocer.

El mío sí tiene sexo, Angela es una Mujer de la naturaleza del viento y las mareas, que son los elementos creadores de las dunas de arena y las tormentas, de las escarpaduras y de las fuentes.su sabor es salado y su tacto fluido, esto la convierte en un ser mágico imposible de retener entre las manos, de anticipar su mirada, incierto en su presencia, como la llegada de la lluvia.

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